Por Gustavo Santos, Ministro de Turismo de la Nación
Desde el Ministerio de Turismo de la Nación apuntamos al crecimiento sustentable de los destinos consolidados tanto como al desarrollo de destinos emergentes, ubicados en cada una de las regiones de nuestro país.
Un territorio extenso y diverso como el de la Argentina multiplica la oferta turística a niveles inimaginables en otros lugares del planeta. La propuesta cultural, que nos vincula a Latinoamérica y a las grandes ciudades europeas en una combinación extraordinaria, potencia la apuesta.
Ese escenario natural tan pródigo nos compromete a todos los actores de la actividad a pasar de las potencialidades a las concreciones, y requiere el aporte del sector inmobiliario.
La inversión pública llega para generar condiciones que traccionen una inversión privada capaz, por ejemplo, de crear puestos de trabajo allí donde el turismo es punta de lanza para el impulso de la economía.
Un nuevo país, que ofrece condiciones jurídicas e impositivas sin sorpresas, representa un atractivo de gran interés para quienes apuestan a una inversión segura, a mediano o largo plazo.
La hotelería, la modalidad de tiempo compartido, los polos gastronómicos son algunas de las opciones que convocan a inversores grandes y pequeños a depositar su confianza en una nación que vuelve a vincularse con el mundo.
Hoy, el sector público asume su parte y abre las puertas a los protagonistas del sector privado, sin limitaciones a su capacidad de emprender, sin trabas que frenen el engranaje productivo, sin frenos a una necesidad de crecimiento inocultable.
La imagen metafórica de un país que se construye ladrillo sobre ladrillo se acerca mucho a la realidad en cuanto a la contribución del mercado inmobiliario a esa construcción de una nación.
La estabilidad y el dinamismo que conviven en el sector de los bienes raíces son características que comparte con el turismo, dos universos que marcan el ritmo de la recuperación económica en pequeñas localidades y en enormes concentraciones urbanas.
Bienvenidos quienes están llegando para acompañarnos en una etapa que busca sumar a todos sin exclusiones, que se plantea reposicionarnos en un lugar del que no deberíamos habernos alejado. Argentina estaba aguardándolos.