Especialistas del sector Real Estate aseguran que las inversiones privadas y la compra de terrenos serán las mejores opciones para hacer frente al recambio de gobierno; ya que prevén un crecimiento en la construcción de edificios y viviendas, especialmente en nuevas zonas cotizadas del Gran Buenos Aires.
Los especialistas sostienen que quien se posicionó en tierra o lotes se acercó a la mejor defensa para estar bien plantados e ir proyectando los desarrollos para luego de 2015. Muchos inversores ya adquirieron casonas o terrenos para estar preparados para cuando la economía y el tema dólar se consoliden para poder apostar a pleno tanto al mercado de la construcción como el inmobiliario.
En un país con amplio potencial como el nuestro, las perspectivas de crecimiento en cuanto a las obras de edificios y viviendas, a esta altura, miran hacia el horizonte, y el optimismo gana posición entre los especialistas del sector.
Con el fin de ciclo, lo más frecuente por estos tiempos, es que los desarrolladores y los constructores que se posicionaron con tierra o casonas para demoler, serán los que lideren y motoricen el recupero del escenario para el próximo lustro. Al menos desde el desarrollo y la iniciativa.
Si bien los valores de los lotes son muy cotizados, más aun en los barrios porteños que presentan la mayor demanda, como las principales ciudades del conurbano del Gran Buenos Aires (GBA), los operadores estiman que cuando las reglas sean más ordenadas, se retomará la senda de producción a pleno dentro de los mercados de la construcción e inmobiliario (más en este todavía).
“De hecho, no es común encontrar lotes tan bien ubicados. Por ejemplo, en Villa Urquiza, un barrio que recibió gran crecimiento, ya no tiene tantos inmuebles para vender con la idea de demolerlos. Y los que están en las buenas ubicaciones, no bajan de los 220.000 dólares en el presente. Sí sabemos, que muchos inversores que pudieron comprar en los últimos tres años, los tienen a la espera de cuando se reactiven las posibilidades de la gente, para empezar las obras y así ofrecerlos al posible comprador”, dijo Carlos Puente, de Propiedades Puente, una inmobiliaria que opera en Villa Urquiza, desde hace casi 40 años.
Por su parte, la arquitecta, Graciana Calcavecchia, gerente comercial de la constructora CRIBA, destacó, que “hay muchas consultas para el futuro, sobre todo, para iniciar los proyectos desde marzo próximo. Es como que muchas cuestiones se pasan para luego de 2015, y tener previsión para mitad de 2016, cuando creemos, que el mercado tomará un impulso muy bueno de obras como hasta 2011. Hay que diferenciar que una cosa es la construcción, que siempre tuvo demanda, y otra es lo inmobiliario, que sí, fue un rubro perjudicado por la economía y la imposibilidad de la gente para poder acceder al financiamiento a tasas razonables para poder comprar su vivienda.”
También se habla del timing, y que habrá que tener presente para cómo generar una recuperación pronta cuando las condiciones lo permitan. Pero en esto, hay una diferencia, entre las grandes compañías desarrolladoras, y las pequeñas. Eduardo Costantini, de Consultatio, sostuvo que “el ladrillo será parte esencial de la recuperación de la economía del país, pero para eso habrá que hacer correcciones en el rumbo económico y que para atraer capitales del exterior y para que la gente apueste en el sector, también se deben realizar medidas pero con gran coherencia.”
En la vereda de enfrente, Joaquín del Casal, un constructor, oriundo de España, y que siempre confió en la Argentina, consideró que “por no tener la espalda de las grandes empresas, uno no debe errar en los proyectos, y por lo tanto, un consejo para hoy, es que se vayan pensando los desarrollos, para luego de 2015, una vez que las condiciones sean favorables, y la coyuntura más precisa, se encaren los trabajos para empezar los edificios. Nosotros ya nos posicionamos en tierra, con proyectos en el GBA, como en los partidos de Morón, Merlo y San Martín, pensados para jóvenes y profesionales.”
Fuente: Grupo Construya