Por Ignacio Alcalde, Arquitecto Urbanista, Vicepresidente de la Fundación Metrópoli
En los últimos años México y especialmente Colombia están protagonizando algunas de las más relevantes noticias en la escena internacional de las ciudades inteligentes. Los avances en estos países en la escala urbana y en la escala regional pueden ser casos inspiradores para otros territorios de Latinoamérica. Veamos algunos de estos casos de éxito.
Medellín. La transformación urbana reconocida con el “Nobel de las ciudades”
El importante trabajo de transformación urbana llevado a cabo por las autoridades de Medellín en los últimos años ha permitido a esta ciudad colombiana recibir el que probablemente sea el más prestigioso galardón en materia de ciudades en la actualidad. Se trata del Premio Lee Kuan Yu que otorga con periodicidad bienal el Gobierno de Singapur, y en sus tres ediciones anteriores ha distinguido a las ciudades de Bilbao, New York y la china Suzhou.
Medellín, que ya fue finalista en la anterior edición, se convierte así en 2016 en la primera ciudad latinoamericana que entra a formar parte de este selecto club de las ciudades de mayor excelencia del mundo.
El premio tiene un especial valor por su significado y por el efecto pedagógico hacia otras ciudades. Al igual que sucedía en el caso de Bilbao, la transformación “milagrosa” de esta ciudad, evolucionando “del negro al color”, es una enseñanza inspiradora, una demostración de que las ciudades son entes vivos, que atraviesan por distintas etapas y que “si, se puede” siempre que exista liderazgo inteligente y proyecto de ciudad.
Diamante Caribe y Santanderes. La nueva mirada regional.
Otra grata noticia tiene a Colombia como protagonista, y corrobora que se está trabajando con buen criterio en ese país en temas relacionados con el desarrollo urbano y territorial.
En este caso, Findeter, la dinámica banca de desarrollo del Gobierno colombiano, ha recibido el premio mundial a la “Mejor Idea Innovadora” en el ámbito de las Smart Cities. El premio fue otorgado al proyecto de desarrollo regional “Diamante Caribe y Santanderes”, que lidera Findeter con el apoyo de la Fundación Metrópoli y Microsoft, en el contexto del Smart Cities World Congress celebrado en Barcelona el pasado noviembre.
La iniciativa Diamante Caribe y Santanderes, que viene desarrollándose durante los 2 años pasados sobre 10 departamentos del norte de Colombia, pretende generar una nueva visión regional en ese país, aportando propuestas de competitividad y desarrollo territorial con un importante componente de tecnología digital.
Se trata del mayor proyecto territorial en marcha en Latinoamérica, afecta a 14 millones de personas distribuidas en 10 departamentos liderados por 11 ciudades principales, entre las que se encuentran Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga o Cúcuta. Está liderado por Findeter y se plantea como una estrategia de desarrollo, competitividad y equilibrio territorial en el escenario histórico de superación de la violencia que está construyendo el gobierno de Juan Manuel Santos.
La alianza Next Cities Lab integra la fortaleza de Microsoft en tecnología digital con la experiencia de la Fundación Metrópoli en desarrollo territorial y urbano. Tiene impacto global y persigue el objetivo de desarrollar proyectos innovadores en la confluencia entre la realidad física y el mundo digital.
Morelia: la escala regional como guía para la transformación urbana
En el nuevo escenario global, las ciudades medias con poblaciones de hasta 5 millones de habitantes van a ser las principales protagonistas del crecimiento urbano y económico de los próximos años. Para que estas ciudades puedan desarrollar sus potencialidades y disponer de las infraestructuras y los servicios avanzados que demanda la competitividad en la escala internacional es preciso diseñar su futuro en un marco territorial que supera el tradicional ámbito local.
La ciudad mexicana de Morelia se localiza en el espacio intermedio entre el Valle de México y Guadalajara, las dos principales áreas metropolitanas del país. Lázaro Cárdenas, el gran puerto del Pacífico mexicano, se conecta a través de Morelia por carretera y ferrocarril con la megaciudad de México, con las áreas urbanas e industriales del norte del país y con las regiones del medio oeste de los Estados Unidos. A pocos kilómetros al norte de la ciudad se localiza el Corredor del Bajío, un ámbito de fuerte concentración de actividades manufactureras que se apoya en un denso corredor urbano que discurre entre las ciudades de León y Querétaro.
El desarrollo de espacios industriales y logísticos que permitan aprovechar las economías asociadas a la localización de la ciudad es una de las grandes opciones de futuro de la capital michoacana. Se avanza así en el proceso de consolidación del Diamante del Centro de México, un espacio que se configura en torno a las ciudades de Guadalajara, Aguascalientes, San Luis Potosí, Querétaro y Morelia, junto con la Megalópolis de México que engloba el área con mayor densidad de ciudades del país.
El Proyecto Ciudad de Morelia que está diseñando la Fundación Metrópoli propone la reconfiguración del espacio metropolitano como la clave para lograr transformaciones en el ámbito central de la ciudad. El nuevo sistema policéntrico que se propone permitirá acometer una importante estrategia de renovación urbana que prepare a la ciudad para acoger nuevas funciones y sectores productivos de mayor complejidad, mejore su atractivo fortaleciendo sus componentes de excelencia y logre un espacio urbano más equilibrado y equitativo.