Por Sandra Forero Ramírez, Presidente de CAMACOL
Con el propósito de consolidar una actividad edificadora formal, organizada, competitiva, que le aportara al progreso de Colombia y, además, con un plan estratégico para el desarrollo y la reducción del déficit de vivienda, se creó hace 60 años la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), un gremio que representa y articula la cadena de valor del sector.
Como resultado de esos 60 años, se han construido 470 millones de metros cuadrados en edificaciones formales en el país, de los cuales 348 millones de m² corresponden a vivienda formal -más de 5 millones de viviendas-, y 122 millones de m² en edificaciones comerciales, industriales, servicios, colegios, administración pública, hospitales, entre otros. Por todo lo anterior, el empleo directo en la construcción ha aumentado en 1,1 millones de personas en los últimos 60 años: de 300 mil a más de 1,4 millones de trabajadores que día a día construyen país.
El sector edificador actualmente es notoriamente pro-cíclico al desempeño de la economía. Las características de su interrelación con los demás sectores, su correspondencia con las expectativas de inversión de las firmas y los hogares, su alta sensibilidad a los cambios en el costo de financiamiento, y su marcada relación estructural con la dinámica de ocupación de la mano de obra, explican buena parte de esa lógica.
Para este año son varios los elementos que permiten prever datos positivos en la generación de valor agregado del sector. Desde el contexto macro, se prevén mejores resultados en el desempeño de la economía, con una dinámica de crecimiento de 2,3% para 2017. En ese repunte del aparato productivo se esperan menores presiones inflacionarias, con una respuesta consecuente de los tipos de interés de referencia y en la misma vía, del costo del crédito hipotecario. El ajuste a la baja de las tasas de interés reactivaría de manera importante la dinámica comercial en varios segmentos del mercado, y garantizaría un efecto pleno de los beneficios en materia de acceso al crédito, subyacentes de las coberturas a la tasa de interés para los segmentos de vivienda social y segmento medio.
A nivel sectorial, la mayor contribución prevista en la dinámica de generación de valor agregado del sector estará asociada con el inicio de obras y la ejecución de los proyectos constructivos comercializados durante 2016. En las estadísticas del sector, el 52% de las unidades de vivienda comercializadas durante el 2016 iniciarán obra a lo largo de 2017, siendo esta una cifra comparativamente alta en el contexto reciente. De igual forma, se prevé que el segmento de vivienda social siga jugando un rol central en la dinámica del mercado, dado el impulso que genera el programa de Mi Casa Ya con sus recientes anuncios sobre nuevas condiciones de acceso y aplicación en el segmento VIP para hogares con ingresos mensuales inferiores a dos salarios mínimos.
En el contexto de actividad no residencial, se espera que en contraste con la dinámica de ajuste del segmento de oficinas, se presenten repuntes en el desarrollo de áreas para bodegas y comercio, con un propulsor adicional procedente de la construcción de 18.500 aulas educativas que fijarían cerca de 923.000 m² adicionales de construcción institucional. Por último, está la expectativa que se genera con el grado de ejecución de los proyectos de desarrollo urbano contemplados en los Planes Municipales de Desarrollo, actividad que puede representar niveles de inversión cercanos a los $17 billones durante el presente lustro.
En definitiva y sin desconocer los sesgos a la baja que se pueden seguir presentando, en el sector prevalecen oportunidades para mantener una senda positiva de crecimiento durante el 2017, dinámica que desde el Gremio se estima en 4,4%.
En cuanto a sostenibilidad, el año pasado Camacol suscribió un acuerdo que permite implementar la estrategia de Excelencia en Diseño para Mayores Eficiencias (EDGE, por sus siglas en inglés) creada por la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) que consta de un estándar, un software gratuito de modelación y un sistema de certificación de diseño y construcción de nuevas edificaciones destinadas a vivienda, oficinas, hospitales, comercio y hoteles. La meta es lograr que en siete años una de cada cinco nuevas edificaciones garantice el ahorro de un 20% de agua y energía, adicional a las exigencias de la norma nacional.
La puesta en marcha del programa en Colombia se convierte en un nuevo avance del compromiso de los constructores con la transformación de prácticas que incorporen criterios de sostenibilidad. Para Camacol resulta de la mayor importancia ser el socio local de IFC para implementar EDGE en Colombia, porque se consolida el camino hacia la construcción sostenible.
Hacia adelante, la tarea es seguir trabajando en la transformación física que requieren las ciudades del país, y en ese camino se enmarca el propósito y las oportunidades del sector. Además, existe el compromiso de seguir manteniendo los cimientos fuertes de un sector que está jalonando la economía, generando empleo, impulsando el aparato industrial y comercial del país, y respaldando activamente la formulación y ejecución de la política de vivienda.
Fuente: Anuario Inmobiliario 2017 – www.mktre.com/anuarioinmobiliario