Héctor D’Odorico, titular del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (CUCICBA), realizó un análisis del presente y el futuro del mercado inmobiliario del país, de cara a los cambios económicos sugeridos por el nuevo gabinete económico del gobierno electo.
El mercado inmobiliario, uno de los más golpeados durante los últimos cuatro años, comienza a respirar algo de aire fresco. Luego de que en octubre de 2011 el Gobierno de Cristina Fernández instaurara el cepo cambiario el nivel de operaciones se derrumbó, a tal punto que para fin de este año ya con la actual gestión fuera del escenario se estima que apenas se superarán las 40.000 transacciones de compra-venta, cuando hace cuatro años se habían sumado 63.306.
El eje central de la expectativa de los empresarios del sector está puesto en que se ponga fin justamente al cepo con lo que, entienden, el mercado podrá tomar un ritmo de crecimiento.
“Hace cuatro años que estamos parados y todo tiene que ver con el cepo. Todo el sector tiene una gran expectativa respecto de lo que pueda pasar en este sentido porque a partir de su eliminación cambiará el panorama”, sostuvo Héctor D’Odorico, presidente de D’Odorico propiedades y titular de Cucicba. Desde el lado de los desarrolladores inmobiliarios, Rodrigo Fernández Prieto, director de Fernández Prieto & Asociados, tiene una visión similar.
“La expectativa que se abrió es muy buena, tanto para nuestro segmento como para el de la construcción en general”, sostuvo, y luego explicó que “con tantas idas y vueltas que se dieron el mercado no hizo más que la plancha. Nuestro mercado se basa en la confianza y en los últimos años se perdió”.
El empresario afirmó en este sentido que el único problema que se generó en el sector no fue el cepo cambiario que afectó sobre todo a las operaciones de valores medios y bajos, sino también a los inversores con intenciones de desembolsar su dinero en la Argentina.
“No se sabía demasiado cómo iba a seguir todo y esto hace perder confianza. Que no haya reglas claras es muy negativo para cualquier mercado”, dijo Fernández Prieto.
Más allá de que la expectativa que se generó en el mercado es fuerte, la realidad también indica que los empresarios son conscientes de que las recetas que se aplicarán “no serán mágicas”, por lo que no se verán efectos inmediatos.
“En la medida en que el cepo se comience a abrir el ritmo comenzará a ser cada vez más interesante. Lo que no debemos esperar que de golpe se comiencen a cerrar operaciones porque todo se irá dando de a poco”, dijo Fernández Prieto.
D’Odorico, por su parte, apuntó que “las medida que se vayan a tomar en cuanto al fin del cepo tendrán se llegarán a ver, pero en un mediano y largo plazo; nada será inmediato”.
Para los empresarios, además, una vez que asuma el Gobierno de Mauricio Macri al año “no le quedará demasiado más”. “Durante los últimos días de diciembre, enero y febrero las operaciones se suelen paralizar porque la gente está con la cabeza en otro lado, como las Fiestas o las vacaciones. Sólo a partir de marzo se podrá ver qué efecto tuvo lo que hasta ese momento se haya trabajado respecto del cepo”, analizó D’Odorico.