La vacancia de largo plazo da cuenta de la relación entre la superficie de oficinas disponibles y el tiempo que pasan sin ser ocupadas (6 meses o más). Este tipo de vacancia afecta especialmente el precio de alquiler, dado que los propietarios de los inmuebles vacíos por largos períodos de tiempo suelen estar dispuestos a negociar rentas por debajo de la media del mercado para ocuparlos.
En consecuencia, los precios del alquiler de oficinas sufren una presión a la baja que se agudiza a medida que la superficie que lleva más de 6 meses en el mercado comienza a acumularse, y esto luego arrastra a otras propiedades.
En cuanto a la vacancia de largo plazo, durante el primer trimestre de 2015, se espera que la de oficinas clase A se mantenga estable en niveles altos, aproximadamente en un 80%. Mientras que en el caso de los edificios de clase B, la vacancia de largo plazo rondaría un 70%.
La gran incógnita será la evolución de los precios de alquiler. Queda por descubrir si los propietarios de inmuebles afectados con vacancia de largo plazo estarán dispuestos a continuar negociando sus precios a la baja para poder ocuparlos o si y ya han tocado su piso.
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