- Nota publicada en AmércaEconomía y escrita por Camilo Olarte
Lee la Primera Parte de la nota : ” Llegó el PROPTECH a Latinoamérica-Parte 1″
Brasil a la cabeza
El Proptech ha llegado a América Latina de la mano de algunas startups que han visto a la región como un campo propicio para crecer. Con el tiempo, algunos emprendimientos se desarrollaron como startups locales, aprovechando el conocimiento del idioma y de la cultura empresarial local, tema muy importante en el sector inmobiliario.
“Lo más importante para la viabilidad de una startup es que satisfaga una necesidad concreta del mercado. De allí que aún exista mucho campo para poder seguir desarrollando los modelos de negocios”, dice Andrea Rodríguez Valdez, organizadora del Proptech Summit (cuya primera edición se hizo en Chile en junio de 2018) y directora de Mktre, una empresa regional de marketing en bienes raíces, y representante en América Latina de Unissu, una plataforma global de Proptech que apenas entró en funcionamiento en enero de este año y que reúne a más de 6.000 negocios del sector.
Según un informe de esta plataforma, el Proptech latinoamericano tiene sus mayores referentes en Brasil, donde hay 225 compañías, “pero con una fuerte limitante: en su mayoría funcionan solo para su mercado”, explica Rodríguez. Le siguen México con 55, Argentina con 37, Chile con 25. Según el mismo estudio, 53% de estas compañías están enfocadas al sector inmobiliario comercial, un 45% al residencial y apenas un 2% al retail.
“En la región estamos todavía en una primera etapa, la de tomar conciencia, comprender las necesidades y empezar a buscar las soluciones. Tenemos la posibilidad de optimizar la curva de aprendizaje observando cómo fueron esos procesos en otros mercados, como en Estados Unidos o Europa, y así aprender, copiar, mejorar y adaptar”, considera Rodríguez. “Así crearemos una gran oportunidad para los inversores y startups más desarrolladas, que buscan expandirse a nuevos mercados con potencial de crecimiento”.
Rodríguez también destaca varias startups argentinas en el ecosistema Proptech regional, por su nivel de innovación, como el caso de Properati, recientemente comprada por el gigante Nasted para integrarse a Olx. “Pero para citar buenos ejemplos debemos hablar de Chile y México, países donde se está desarrollado el otro gran componente, los fondos de capital de riesgo”, aclara. Un buen ejemplo es Vander Capital Partners, que está en proceso de levantamiento de su segundo fondo llamado Urban Tech II. El fondo de capital de riesgo ubicado en San Francisco, pero dirigido por el mexicano Roberto Charvel, tiene tres programas de inversión en bienes raíces, con dinero colocado en México, Estados Unidos, Colombia y Uruguay, en empresas de “etapa temprana” de desarrollo, principalmente, en Proptech y algunas inversiones Fintech . El brazo de etapas tempranas se llama Vander Angel y ha realizado once transacciones en México y Estados Unidos, lo que lo hace el inversionista mexicano más activo en Proptech.
A pesar de esto, el Proptech es apenas el 1% de las carteras de inversión de los fondos de capital de riesgo, según datos de Unissu. “Hay fondos de capital internacionales que están poniendo los ojos aquí, como Manutara, Wayra (el fondo de Telefonica), Construtech Ventures Brasil y varios corporate venturing”, explica Rodríguez. “Asimismo, desde los gobiernos hay iniciativas importantes que apoyan el desarrollo del ecosistema innovador, como en Chile los casos de Corfo, Startup Chile e Innovo; RutaN, de Medellín, y Agencia Nacional de Innovación de Uruguay, por mencionar algunas. En países como Chile y Argentina hay incentivos para invertir en una startup, pero los inversores todavía no entienden el potencial”.
Para Roberto Charvel hay empresas inmobiliarias en México que pueden ser claves en el desarrollo de la industria Proptech, como inversionistas y usuarios en los próximos años. Entre ellas el brazo latinoamericano de Prologis, CityExpress, que ha invertido en un fondo de Capital de Riesgo de Proptech; y Vinte, empresa de venta de vivienda listada en la bolsa, que siempre ha estado muy cerca de la innovación y la tecnología.
¿Regionalización?
Otro buen ejemplo de una startup con mucha proyección y que busca satisfacer necesidades muy concretas de la región es Homie, que levantó una ronda de capital semilla liderada por Angel Venture. Esta empresa de servicios –citada por la mayoría de los entrevistados de este reportaje– está hecha para los dueños de departamentos que quieren rentar su vivienda. Es un modelo similar a QuintoAndar, de Brasil, una de las empresas más cercanas a ser el primer unicornio latinoamericano de Proptech.
Onis Vida destaca por cómo “tropicalizar” (adaptación cultural) una iniciativa inmobiliaria. La empresa de Antonio Irurita ayuda a colocar crédito para remodelación de vivienda con empresas financieras. Ha realizado más de 7.000 proyectos de remodelación, valuados en más de US$ 50 millones, utilizando una red de 250 contratistas afianzados en todo México.
Existen otros ejemplos de startups que se acercan más a las iniciativas de los países desarrollados. Es el caso de Intelimétrica, de Mario Gamboa. Es la única empresa en México con un Automated Valuation Model (AVM) para realizar avalúos estadísticos de vivienda. Usa big data (cerca del 90% de todos los avalúos bancarios usados para otorgar hipotecas) y su modelo de negocios está enfocado a instituciones financieras. Recientemente lanzó yals.mx para el mercado de consumidores directo. “El potencial no tiene techo y sería imposible enumerar la gran cantidad de empresas y de modelos que apenas están en los primeros estadios de evolución”, resume Charvel.
Varias de estas empresas están en camino de salir de sus países para cubrir un mercado más grande: “Regionalizar el Proptech será un tema de tiempos. En dos años creo que toda la región habrá tomado conciencia plena, y entonces ahí será el momento del segundo paso, que es la adopción total de la tecnología para la industria”, vaticina Andrea Rodríguez.
Sergio Mireles, director general y creador de Datoz, una plataforma de disponibilidad e inteligencia inmobiliaria mexicana para el sector industrial, está de acuerdo: “Ahora hay muchas empresitas utilizando las diferentes tecnologías. Si se mantienen solas van a ser demasiado pequeñas para generar un cambio en la región. Van a ganar las que puedan consolidar operaciones, estrategias y tecnologías. La consolidación de tecnologías es muy importante para que haya alguna empresa que se pueda convertir en unicornio”.
Horizonte Proptech 3.0
¿Está Proptech creando una nueva industria o es una manera más eficiente de crear o extraer dinero de un obeso dinosaurio, con problemas de rodillas, que hace tiempo perdió su agilidad?”, se pregunta Andrew Baum en el informe “Proptech 3.0: el futuro de los bienes raíces”, para después responder que lo que hemos visto hasta ahora no es nada comparado a lo que traerá el Proptech 3.0, una ola que arribará después de 2020, con dos tecnologías fundacionales: Blockchain e Inteligencia Artificial (IA).
Según la OSCRE, un grupo de organizaciones enfocadas en el desarrollo de los estándares del sector inmobiliario, el potencial de blockchain es inmenso y reestructurará a largo plazo la manera en que se intercambia la información y cómo se conducirá el negocio inmobiliario. Desintermediación, prevención del fraude, uso de criptomonedas y contratos inteligentes que traerían como consecuencia: más transparencia, eficiencia en las transacciones y menores costos.
A la par del Proptech 3.0 se espera la consolidación del Contech: la tecnología aplicada a la construcción. Contech tiene muchos puntos de contacto con el Proptech sobre todo con el Smart Real Estate, pero no es considerado parte del sector y su crecimiento exponencial reciente merece un análisis aparte. La industria inmobiliaria ha sido extremadamente lenta –tal vez más que cualquiera– para asumir tecnología, aunque antes de anunciar la llegada del Proptech 3.0, será necesario revisar si las promesas del Proptech se han convertido en realidad: más velocidad, más efi ciencia en los procesos, menores costos en las transacciones y mejorar la liquidez de los activos en un mundo inmobiliario tradicionalista. Solo si la respuesta es positiva podríamos decir que ha llegado una revolución digital al sector.