Chile contará con un gran incentivo para mejorar la eficiencia de los edificios públicos y privados, el que también dará más rentabilidad a los actores del rubro inmobiliario con foco en el reacondicionamiento térmico. Luego de dos años de tramitación en el Congreso, el proyecto de Ley de Eficiencia Energética, al fin es una realidad.
Dicha iniciativa promueve el uso racional y eficiente de los recursos energéticos, lo que contribuiría a mejorar la productividad, la competitividad y la calidad de vida de las personas. De aplicarse, adecuadamente, las medidas contempladas hacia el 2030, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, estima una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones Ton CO2.
Impacto de la Ley de Eficiencia Energética
Según el Balance Nacional de Energía del Ministerio de Energía, las viviendas consumen casi 15% de la energía total del país, y parte importante de esta se destina a calefacción. La cantidad de energía destinada a calefaccionar un hogar u edificio depende en gran medida de la aislación térmica de la construcción. El proyecto de ley establece que las edificaciones (viviendas y edificios), deberán contar con una Calificación Energética (Etiquetado) para obtener la recepción final o definitiva.
Por lo tanto, la nueva ley afectará a la industria de la construcción tanto de manera directa como indirecta. Según el director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE), Ignacio Santelices: “La Ley de Eficiencia Energética impactará de manera directa, estableciendo que todas las edificaciones nuevas: viviendas, departamentos, oficinas, etc., deberán contar con una calificación energética, salvo algunas excepciones que establece la ley”, detalló.
En este contexto, los consumidores podrán acceder a edificaciones nuevas de manera más informada respecto de su consumo de energía, lo que está muy relacionado con la forma en que se construyen las edificaciones. En tanto, las empresas inmobiliarias tendrán el incentivo de construir con mayores estándares de eficiencia energética y así contar con una etiqueta más eficiente al momento de la venta, destacó Santelices.
Ahora, indirectamente, la Ley de Eficiencia Energética establece que todas las empresas intensivas en el consumo de energía tienen que implementar sistemas de gestión de energía, impone a todos los servicios públicos de contar con gestores energéticos capacitados y medir el consumo de sus edificaciones.
“Esperamos que con esto se genere un incentivo importante para mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y también de los privados y así se genere una mayor actividad económica en el sector inmobiliario con foco en temas como el reacondicionamiento térmico”, señala el director ejecutivo de la AgenciaSE.
La meta que establece el proyecto de ley es generar 10% de reducción de la intensidad energética a 2030. Además, se estima que esta nueva Ley de Eficiencia Energética podría contribuir en más de 7% a la meta de carbono neutralidad a 2050.