Decreto pide que en construcción de grandes superficies haya plan para evitar congestión vehicular.
La Administración Distrital decidió ponerle freno a la construcción de grandes centros comerciales que no tienen en cuenta el manejo del tráfico ni del público en sus alrededores.
Para ello, expidió el Decreto 079 del 2015, por el cual fijó que, en adelante, cualquier superficie comercial que se construya en Bogotá y que tenga más de 2.000 metros cuadrados o sus ampliaciones sumen esa área –algo más de media manzana– deberán contar no solo con la aprobación del plan de regularización y manejo (para el tráfico y los espacios públicos), sino también con el plan de implantación.
Este último se refiere a que las nuevas grandes superficies deben incluir en su plan de construcción las medidas relacionadas con el manejo de espacios públicos y accesos para evitar impactos negativos en su entorno.
En otras palabras, que cuando entren en funcionamiento no causen trancones en sus entradas o salidas, concentración de público que se vuelque peligrosamente en las avenidas o filas de vehículos y taxis que congestionen los accesos.
Además, la norma requiere que los diseños arquitectónicos de estos centros no contemplen únicamente la buena fachada. También, que cuiden los diseños de los demás costados del centro comercial, que, de no tenerse en cuenta, pueden convertirse en focos de inseguridad.
Estas reglas para la edificación de las grandes superficies comerciales, que cobijarán a otros establecimientos con alta afluencia de público (como universidades y sitios de alta concurrencia de personas), deberán analizar si requieren obras como, por ejemplo, carriles de desaceleración del tránsito, puentes peatonales para conducir el alto flujo de peatones e incluso, de ser necesario, si deben construir vías para el acceso o que lleven a la gente a la avenida cercana.
Igualmente, si deben implementar un sistema de fotomultas en los alrededores para evitar congestiones u operaciones tortuga de los taxis en las entradas y salidas. También deben considerar si es necesario hacer plazoletas exteriores para el descanso del público y barreras externas para que la gente no salga peligrosamente a la vía.
Son aspectos que deben estudiarse para incluirlos en el plan de implantación, que, de acuerdo con el director de Planes Maestros de la Secretaría Distrital de Planeación, Édgar Andrés Figueroa, ya existía, pero algunos promotores de estas obras le venían haciendo el quite.
“Muchos proyectos gigantes que se hicieron en la ciudad no cumplieron con el plan de implantación que existe desde el 2000 por un tecnicismo, porque hicieron su propia interpretación de la norma existente”, afirmó Figueroa.
Según la regulación que había, los usos de comercio de alta escala que se hicieran compatibles con normas anteriores al Plan de Ordenamiento Territorial no requerían plan de implantación. Al considerar algunos promotores que los nuevos centros comerciales eran “principales” y no “compatibles”, no tramitaron el plan de implantación.
Por esta causa, explicó Figueroa, el nuevo Decreto 079 aclaró: “Independientemente del régimen normativo, las áreas nuevas o ampliaciones de comercio con áreas de venta de más de 2.000 metros cuadrados requieren plan de implantación, así como las intervenciones con licencia de ampliación sucesivas que sumen estas áreas”.
De acuerdo con Planeación Distrital, en los últimos 12 años se han hecho 22 grandes centros comerciales con el plan de implantación. Actualmente tramitan este requisito cinco superficies previstas en el occidente y el sur de Bogotá.
Las sanciones a los infractores
La aprobación del plan de implantación es uno de los requisitos para obtener la licencia de urbanismo y construcción de centros comerciales, estaciones de gasolina, universidades y bodegas de reciclaje, entre otros. Quienes no cumplan con el citado trámite, según su ubicación y gravedad de la falta, serán sancionados. En el caso de los centros comerciales, tendrán multas desde los 5 salarios mensuales por cada día de incumplimiento hasta la suspensión de operaciones.
Fuente: El Tiempo