Los asistentes a la reciente Bienal de Arquitectura de Chicago posiblemente hayan descubierto un concepto para espacios de oficina que, a primera vista, parece más adecuado para un teatro de vanguardia que para un lugar de trabajo diario.
“The End of Sitting” es un espacio de oficina experimental que utiliza su diseño único para animar a los trabajadores a estar de pie, apoyarse o recostarse sobre sus diversas formas tridimensionales. Ronald Rietveld, co-fundador de RAAAF – empresa de diseño autora del concepto, con sede en Ámsterdam – compartió su visión en una entrevista con CBRE: “En nuestra sociedad, casi la totalidad de los entornos han sido diseñados para permanecer sentados, mientras que la evidencia de la investigación médica sugiere que estar sentados en exceso tiene efectos adversos para la salud.”
De hecho, investigaciones médicas recientes han advertido que estar demasiado tiempo sentado puede conducir a enfermedades y a una variedad de condiciones médicas graves, mientras que estar de pie en el trabajo puede mejorar las funciones cerebrales, tales como el enfoque y la memoria. Los expertos afirman que la combinación adecuada de permanecer sentado y de pie es la alternativa más saludable. Esta es la razón del diseño tan radical de la firma RAAAF, que incita a los empleados a moverse y situarse en diferentes zonas del espacio a lo largo del día.
Mirando hacia atrás en la evolución de los lugares de trabajo durante los últimos 100 años (lo que la compañía llama “el siglo de sentarse”), RAAAF desea crear “un paisaje atractivo para destacar los beneficios de permanecer de pie y cambiar de postura.” En otras palabras, RAAAF busca redefinir el mobiliario de oficina para convertirlo en escenarios de múltiples actividades. Rietveld agrega: “Por un momento hicimos caso omiso de la silla y el escritorio, y buscamos crear un lugar de trabajo que motive a la gente a trabajar en posición vertical y los anime a cambiar de postura continuamente durante el día”.
Los diseñadores de RAAAF continúan desarrollando diseños dentro de una etapa experimental, para encontrar los mejores ángulos del equipamiento, contemplando diversas alturas y contexturas del personal para llevar a cabo actividades comunes de la oficina (como beber una taza de café mientras se lee un documento). “Debemos cambiar de forma radical nuestro entorno para inducir nuevos patrones de comportamiento en el trabajo y lograr que la gente sea más activa”, concluye Rietveld.
<em><span style=”font-size: 10pt;”>Fuente: CBRE Argentina</span></em>