La indefinición de la administración Solís sobre la integración de Costa Rica a la Alianza del Pacífico provoca la reacción negativa de las gremiales empresariales.
La entrada del país a la Alianza comercial integrada por Chile, Colombia, México y Perú significaría un cambio muy importante para la economía de Costa Rica, cambio que los sectores productores de bienes y servicios deben integrar en su planeamiento estratégico, por lo cual necesitan señales claras de cual será el rumbo al respecto.
Sin embargo, el actual gobierno de Costa Rica muestra sobre ello una indecisión preocupante, producto quizás de la fractura que el tema provoca a la interna del conglomerado ideológicamente disperso que es la administración Solís.
Mientras el Ministro de Comercio Exterior aboga por seguir la línea de apertura comercial iniciada por el país al comienzo de este siglo, y consecuentemente aboga por la adhesión a la Alianza del Pacífico, en otros ministerios la postura es de aislacionismo comercial y de protección a ultranza de los productores locales, como ocurre en el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Más allá de las posturas de cada sector productivo sobre el ingreso de Costa Rica a la Alianza del Pacífico, determinadas por sus cálculos de pérdidas y ganancias si ese ingreso se produce o no, todos tienen en común la necesidad de certezas en el tema.
Por sí o por no, la administración Solís debe definirse ya sobre el ingreso de Costa Rica a la Alianza del Pacífico.
<em><span style=”font-size: 10pt;”>Fuente: Central América Data</span></em>