Un informe de la firma Binswanger Argentina revela el presente y el futuro del sector para 2016 que augura el mantenimiento de precios y caída en la vacancia.
El informe inmobiliario de la firma Binswanger Argentina sobre 2015 se dio a conocer hace unos días; el trabajo sirve como una buena radiografía para el sector comercial de la Argentina.
Según el reporte 2015 dejó indicadores en retroceso y una economía estancada, marcados por un elevado déficit fiscal, subsidios y planes sociales, inflación indicadores oficiales manipulados, atraso cambiario, caída de las reservas, proteccionismo industrial, restricciones al giro de divisas y exportaciones y un alto endeudamiento (interno). “Aunque aún no hay estadísticas oficiales, pero 2015 cerró con un crecimiento del PBI nulo y una inflación cercana al 25%. El actual estado nacional ha declarado la Emergencia Estadística, y no se darán datos oficiales hasta que hayan estadísticas certeras”, afirmó Florencia Aguilar, directora advisory services, de Binswanger Argentina .
En lo que tiene que ver con el mercado de oficinas en la ciudad de Buenos Aires el informe da cuenta que la instrumentación del Nuevo Código Civil y Comercial, que modifica el plazo mínimo y máximo de los contratos de alquiler, así como el Nuevo Derecho Real de Superficie. “En los alquileres comerciales, el plazo mínimo paso a ser de tres a dos años, asemejándose al plazo de los contratos residenciales. Mientras que el plazo máximo paso a ser de hasta 50 años. Esto permitirá alquilar inmuebles que necesiten grandes inversiones, (Shoppings, hoteles, etc.) y que la misma pueda ser amortizada en el plazo locativo. Esta figura será muy utilizada por los desarrollistas, alquilando predios de instituciones deportivas, educativas, entre otras así como predios del estado, que se encuentren en desuso o con un alto grado de obsolescencia física y funcional”, sostuvo Aguilar.
Los precios
” En cuanto a los valores locativos, los mismos son los primeros impactados por la devaluación del peso, con una suba del valor en pesos y con una demanda estancada, como consecuencia de la situación económica heredada. Deberán pasar algunos meses hasta que las empresas validen los nuevos valores locativos en pesos”, expresa el documento.
El índice de vacancia se redujo en el último semestre del año , respecto al último semestre alcanzando un valor del 9% para el sector Clase A. Hubo empresas tomadoras de grandes superficies, como el JP Morgan en el edificio Belgrano Office, entre otras que absorbieron la oferta.
El dossier da cuenta que la zona norte, continúa con protagonismo, pero bajo su predominio por sobre otros corredores, con una demanda expectante a la evolución de la economía en general. “Las zonas de Catalinas Retiro, así como el Eje Avda. 9 de Julio, son actualmente los más solicitados. Cabe destacar que existe un nuevo perfil de empresas locadoras, ausentes en los últimos años, que son los fondos de inversión y entidades financieras. Estas empresas buscan espacios de alta gama y con conceptos de espacios disruptivos, saliendo de los conceptos tradicionales.
Lo que se viene
Sobre el futuro mediato explicó Aguilar basándose en el reporte: “Si bien la situación actual de crecimiento económico y de generación de nuevos puestos son muy bajas, las expectativas futuras de desarrollo son muy altas. Es posible que se genere un efecto estallido, luego de varios meses de baja actividad, lo que traerá consigo una suba de los valores, consecuencia de la escasa oferta”.
Los analistas que formaron parte del trabajo estiman que “en el primer semestre del año, le será a las empresas más conveniente el alquiler de nuevo espacio con un mayor poder de negociación. Mientras que para el segundo semestre del año, la mayor demanda se absorberá rápidamente la oferta, especialmente sector Clase A Premium”.
Sobre la oferta futura revela que esta es escasa, y gran parte de la misma ya tiene un usuario alocado y propietario, ya que son edificios realizados a medida para las empresas. “Una consecuencia de la gestión anterior y de las políticas económicas que estaban vigentes las empresas compraron inmuebles debido a las restricciones existentes en lo que a giro de divisas se refería. Sin duda, en cuanto estas empresas liberen sus actuales espacios va a existir una mayor oferta de edificios Clase B, con un acomodamiento de los valores locativos”, contó Aguilar.
Fuente: La Nación