Todo aquel proyecto que busque eficiencia, rapidez y calidad puede beneficiarse de este sistema de construcción, que en los últimos años ha ido ganando terreno fuertemente en el segmento de viviendas, y también dentro del segmento industrial.
Sin duda, la demanda por los sistemas de construcción modular ha ido en aumento en los últimos años, principalmente en el área de la vivienda, porque efectivamente son muchísimo más baratos que las construcciones tradicionales.
Pero sus ventajas no se reducen solo a un tema de costos y dinero. También ha mejorado enormemente en tecnología y calidad de la construcción, lo que ha permitido ganar la confianza de muchas personas e empresas de distintos rubros.
“La tecnología de desarrollo de paneles en Chile, que es incipiente, ya es súper veloz. Y probablemente en unos años más estaremos hablando de otras muchísimo más eficientes. No hay que sorprenderse de este desarrollo”, dice Tomás Villalón, académico de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad San Sebastián.
Villalón es profesor del Taller de Práctica de la carrera de Arquitectura de la USS, donde están desarrollando el proyecto “Casa Patio”, junto a la empresa Ecowall, que se comenzará a implementar en la comuna de Diego de Almagro a mediados de octubre.
A todo terreno
Con experiencia en el tema, este arquitecto cree que la principal ventaja de los sistemas constructivos modulares es la agilidad que permite ya que son materiales fáciles de transportar y montar, rápidos en general, con potentes ganancias en los tiempos, lo que se traduce en una importante economía en la obra.
“Al pagar menos días de gestión y administración, se traduce en rentabilidad para el cliente. Esas son ventajas súper tangibles y extremadamente directas. Eso sí, dependiendo del sistema, porque hay muchos. Hay algunos muy buenos desde el punto de vista estructural, acústico, etc.”, dice.
Además, como son punta de lanza, explica el académico, año tras año te vas encontrando con un sistema mejor que el anterior.
“Tienden a ser más eficientes y mejores en todas las evaluaciones. Sin duda que es un área extremadamente valiosa en el mundo de la construcción”, añade.
Una opinión que comparte Bruno Piazze, docente del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgo de la Universidad Técnica Federico Santa María, quien cree que otra ventaja es que a partir de estos módulos se pueden generar modelos posibles de industrializar y producir en serie.
Además, al llevar los procesos constructivos a un medio in door se logra un mejor control de los procesos, permite disminuir los plazos de construcción sin necesidad de interrumpir la cadena productiva en caso de lluvia por ejemplo, al aumentar los controles se puede esperar optimizar los recursos disminuyendo pérdidas de materiales y la obtención de un producto de mejor calidad.
“También se puede transportar la solución ajustándose a los requerimientos técnicos del lugar donde será montada, playa, valle o montaña. Y permite generar modelos progresivos con diversas posibilidades de ampliación”, comenta.
Para diversas necesidades
La gran gracia de estos sistemas es que pueden ser útiles para cualquier segmento de mercado, porque el panel finalmente es una herramienta que está a disposición de quien quiera ocuparlo.
“Ahora bien, en el mercado de la vivienda tiene una muy buena aceptación, ya que al ser una construcción pequeña, cualquier ahorro es un beneficio que se lleva el cliente/propietario. La velocidad conlleva rentabilidad”, dice el profesor Villalón.
“En realidad el mercado de la vivienda modular es amplio y su enfoque dependerá del grado de sofisticación de los materiales empleados para solucionar la estructura, revestimientos y aislación”, añade Bruno Piazze.
Y explica que se pueden lograr soluciones de bajo costo que pueden competir en el mercado de la vivienda social, la segunda vivienda con ventajas comparativas frente a los métodos tradicionales de construcción (menor plazo; mejor calidad, sistema progresivo con posibilidad de ampliaciones, etc).
“El sistema modular permite ajustar la solución a las necesidades del cliente, y permite satisfacer las necesidades de diversa categoría”, añade.
El académico de la Universidad Santa María avizora nuevos mercados que podrían potenciarse, como la vivienda de emergencia, dados las características geográficas del país, ya que permite una solución rápida, económica y de calidad ante casos de terremotos o catástrofes.
Viviendas sociales y de emergencia
El arquitecto Tomás Villalón, de la USS, por su parte, está convencido de que los más beneficiados con estas soluciones son las viviendas de primera necesidad, las más vulnerables, porque al ser económicas y rápidas, generan una tremenda ganancia en términos de ahorro y calidad. Entonces, permiten ahorrar y subir inmediatamente el nivel de la vivienda.
También añade en el mercado industrial es súper fuerte este sistema, en construcciones de bodegas, de centros de distribución, de plantas frigoríficas, de fábricas de alimentos y de cualquier producto que necesite metros cúbicos de aire disponible, pero protegido y resguardado de las inclemencias climáticas.
“Sobre todo porque, en el área industrial, gran parte de la inversión se va en cerrar el volumen. Entonces se desarrolla mucha tecnología para llegar a un muy buen estándar térmico y estructural, siendo bastante económicos. Por ejemplo, los paneles de cámara que han avanzado muchísimo desde las primeras frutícolas de los años 80″, dice.
A su juicio, la construcción modular genera y define una cierta batería de condiciones y oportunidades. O sea, todo aquel proyecto que busque eficiencia, rapidez, muchas veces ser construido y desmontado, que busque ciertas construcciones de traslado, que sea temporal y no necesariamente permanente. Cualquier proyecto que busque algo como esto, es un potencial nicho de mercado”, agrega Villalón.
TENDENCIA A FUTURO
Para Bruno Piazze, de la Universidad Santa María, la tendencia mundial es construir rápido, con altos estándares de calidad, a bajo costo y con altos grados de ahorro energético tanto en el proceso constructivo como en la posterior puesta en servicio. “Todo esto se puede optimizar a través de la aplicación de sistemas constructivos modulares se puede lograr”, dice. Tomás Villalón, de la Universidad San Sebastián, añade que además de la rapidez en el montaje, estos sistemas serán cada vez más eficiente en resultados térmicos, de impermeabilización, estructurales y acústicos, entre otros.
Fuente: El Mercurio