Iberoamérica sitúa a Chile entre las siete primeras economías más libres del mundo según el Índice de libertad económica 2015, que evalúa a 178 países.
Esta clasificación la elaboran desde 1995 The Heritage Foundation y The Wall Street Journal.A los chilenos les siguen las siguientes naciones iberoamericanas: Colombia (28), Uruguay (43), Perú (47), España (49), Costa Rica (51), México (59), El Salvador (62) y Portugal (64). Los más rezagados son Argentina (169), Venezuela (176) y Cuba (177).
Entre los aspectos que sobresalen en la medición de este período se constata que la libertad económica ha crecido por tercer año consecutivo a nivel global, alcanzando una puntuación récord de 60,4, lo que supone un crecimiento de 2,8 puntos desde que se comenzaron las mediciones en 1995. “Cuando los gobiernos adoptan políticas económicas que habilitan un mayor número de opciones para personas y empresas, fomentan una mayor capacidad de emprendimiento y se produce un dinamismo económico sostenido”, se afirma en el reporte de este año, lo que se considera muy valioso para diversos aspectos del desarrollo humano.
Asimismo, en el Índice 2015, 101 países, la mayoría economías poco desarrolladas o emergentes, mostraron avances en la libertad económica durante el último año.
Fieles a la libertad
Pongamos la atención en Chile. Por cuarto año consecutivo mantuvo su séptimo lugar, con una puntuación de 78,5 puntos, solo superado por Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Australia, Suiza y Canadá. Por detrás quedan Estados Unidos (12), Reino Unido (13), Alemania (16), Japón (20) o Luxemburgo (21). Los ejes utilizados en la construcción de este índice son cuatro: Estado de derecho, tamaño del Gobierno, eficiencia regulatoria y mercados abiertos.
Respecto al Estado de derecho, Chile no varía en cuanto a los derechos de propiedad y se mantiene en el tercer puesto con 90 puntos. Por otra parte, la libertad de corrupción (freedom from corruption) anota una leve caída (-1,3 puntos) y se ubica en la posición 22.
El informe destaca que Chile es “el país menos corrupto de Sudamérica”, y que los tribunales en el país están “generalmente libres de interferencias políticas”. Además, resalta que los derechos de propiedad y contratos “son fuertemente respetados”, mientras que las expropiaciones son “poco comunes”.
En relación con el tamaño del Gobierno, en el índice de libertad fiscal no se registran variaciones en relación a 2014 y Chile se mantiene en el puesto 111 con 76,5 puntos; el gasto de Gobierno cae 0,5 puntos y obtiene un puntaje de 83,3.
Respecto a la eficiencia regulatoria, Chile no tuvo cambios en libertad de negocios y ocupó el lugar 69 con 69,3 puntos. Sin embargo, en materia laboral, anota una baja de 2,3 puntos y se ubica en el puesto 69. Según el informe, esto se explicaría “por regulaciones laborales rígidas, con un salario mínimo establecido y una alta sindicalización”.
En materia de mercados abiertos, el país no sienta desviación en sus tres ítems: libertad de comercio, de inversión y financiera. Pese a ello, el informe de Heritage afirma que en los últimos cinco años la libertad económica de Chile ha tenido un avance de 1,1 puntos, lo que le ha permitido asegurar el liderazgo en la región.
En cuanto al resto de Iberoamérica, solo Colombia supera los 70 puntos; los demás, incluidos los europeos -españoles y lusos-, se mueven entre los 50 y 68 puntos con las excepciones de Ecuador, Bolivia, Argentina, Venezuela y Cuba, todos por debajo de los 50 puntos. Muchos de ellos ya están haciendo las reformas que impulsó Chile en el pasado; se destacan pensiones y en reglas fiscales.
La existencia de una libertad económica sana con las regulaciones adecuadas promueve el progreso y la calidad de vida, facilitando las exportaciones, importaciones y la inversión.
Fuente: El Economista América