Actores del sector afirmaron que estos formatos de negocio fueron analizados con frecuencia el año pasado en distintas ciudades y que abren una atractiva oportunidad para los inversionistas. Además, en términos generales, proyectan mejores expectativas para este año.
La ocupación hotelera mostró signos de desaceleración el año pasado y fluctuó, en promedio, en torno a 60% y 70%, con una baja cercana a 5% en comparación con 2017. Lo anterior respondió a la menor llegada de turistas argentinos al país, lo que activó distintas promociones para captar clientes, y a los efectos de la hotelería informal.
Pese a este escenario, las expectativas para este año son positivas, aunque actores ligados a este sector y a la actividad turística admiten cierta desaceleración. Hernán Passalacqua, director ejecutivo de Fitzroy, compañía de asesorías en transacciones hoteleras e inmobiliarias, afirmó que “existe un rezago de la inversión”. Por ejemplo, observa que hay proyectos que abrirán en 2019, pero que la decisión de inversión fue hace tres o cuatro años. Además, comentó que algunas aperturas todavía esperan por aprobaciones, como el AC Santiago de Marriott, en Costanera Center. Passalacqua añadió que “no vemos anuncios de nuevos proyectos en Santiago, aparte del pipeline de unas tres mil habitaciones para los próximos cuatro años, lo que da un crecimiento de la oferta de 3% a 5% anual”. Sostuvo que fuera de Santiago se han anunciado proyectos en lugares cordilleranos y costeros, entre otros.
El manager de Real Estate & Construction de Deloitte, Pablo Ramírez, sostuvo que 2018 estuvo marcado por la evaluación de apart hoteles. “Hay más interés de los inversionistas. Sin embargo, no se tiene claro este modelo y suele confundirse con la operación de departamentos residenciales”, sostuvo. Añadió que este modelo puede ser una oportunidad interesante focalizado a un turismo corporativo y así no competir con departamentos que se arriendan en plataformas como AirBnB.
“El turista corporativo de larga estadía no encuentra en Chile un apart hotel operado por una cadena internacional, es decir, con estándares internacionales en términos arquitectónicos, de equipamiento y de servicios”, señaló Ramírez. En tanto, Passalacqua consideró que “los apart hoteles con cocinas en las habitaciones le compiten a toda la oferta informal”.
Renovado optimismo
La subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, destacó que “para este año la inversión hotelera es positiva. El turismo es uno de los sectores económicos más dinámicos a nivel mundial y desde el Gobierno estamos trabajando para fomentar la inversión en materia turística”.
Rodrigo González, gerente general de Ingevec, compañía que ha puesto foco en el sector hotelero gracias a su acuerdo con la francesa Accor, subrayó que “tenemos una visión positiva respecto del sector hotelero para 2019. El crecimiento de la economía del país, unido con la reactivación de proyectos en distintos sectores, como la minería, impulsará una mayor actividad del rubro”. El ejecutivo ve que existe “un potencial y una demanda importante en el segmento de hotelería económica -tres estrellas- de alto estándar internacional”. Passalacqua, de Fitzroy, coincidió con González y sostuvo que hoy “lo que más se está viendo son hoteles limited service (3 estrellas)”.
A su vez, Ramírez, de Deloitte, manifestó que el modelo de uso mixto con hotel ha comenzado a estudiarse con fuerza. “Ya hemos analizado hoteles en centros comerciales, con edificios de oficinas e incluso con edificios residenciales”, dijo.
En cuanto a los sectores más analizados por los inversionistas, el director ejecutivo de Fitzroy destacó que El Golf, en Las Condes, mantiene su atractivo. En tanto, Ramírez advirtió que, además de la zona oriente, “nuestro portafolio de trabajo para 2019 va estar casi equiparado entre proyectos de Santiago y planes con regiones, situación que no se dio en años anteriores, donde la relación era de 70% versus 30%, respectivamente”.
Fuente: Economía y Negocios