Por Franco Moccia, Ministro de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires.
Si se la mira desde arriba, por ejemplo desde un avión, Buenos Aires parece una gran mole de edificios grises que se extienden hasta donde alcanza la vista, las plazas y parques parecen diminutas manchas verdes y las personas casi no se distinguen. Durante mucho tiempo la Ciudad se planificó desde ese enfoque, desde la distancia y frialdad que otorga un mapa. Retomando el rumbo de la gestión anterior, seguiremos trabajando para transformar Buenos Aires desde una nueva óptica, planificando no desde la distancia, sino desde una escala humana. Nuestra prioridad es el vecino, el principal protagonista, y desde su punto de vista llevaremos adelante los cambios necesarios para mejorar su calidad de vida.
El desarrollo urbano sostenible será el eje central de las transformaciones. No nos enfocamos solamente en la viabilidad económica, sino que continuaremos favoreciendo el desarrollo social dentro de un ambiente sustentable, donde se creen nuevos espacios verdes que se conviertan en puntos de encuentro para los vecinos. Nuestras obras deben estar en armonía con el medio ambiente y ser capaces de perdurar en el tiempo, porque el desarrollo a largo plazo de nuestra ciudad está íntimamente ligado con lo que seamos capaces de dejar a las futuras generaciones.
Debemos usar los cinco sentidos y pensar una ciudad que pueda ser recorrida y disfrutada a pie por los vecinos, devolviéndole su protagonismo a ellos y dejando atrás el frenesí y el desorden que implica el tránsito en ciertos días. A partir de esta concepción surge el Paseo del Bajo, una autopista con diseño de trinchera abierta que unirá el norte con el sur de la Ciudad, y que reordenará y agilizará el movimiento vehicular. A lo largo de sus más de 6 km de recorrido se creará un gran paseo verde conformado por nuevas plazas, parques, sendas peatonales y ciclovías; espacios de recreación pensados para el disfrute del vecino y una puerta de acceso amigable para Puerto Madero y el Río de la Plata. De esta manera la Ciudad estará más cerca del río y seguirá creciendo de cara al mismo.
Otro de nuestros desafíos es continuar demoliendo las barreras que separan el norte con el sur de la Ciudad, trabajando para lograr un desarrollo más equitativo de la misma. En pos de este objetivo estamos construyendo la Villa Olímpica, un importante emprendimiento que fomentará el desarrollo social y económico de un área largamente relegada. Además del conjunto de viviendas que se está construyendo para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, el Parque de la Ciudad se transformará en un parque central metropolitano, el cual incorporará nuevos recorridos de colectivos y facilitará la conexión entre los espacios más importantes del barrio. Se facilitará la circulación y se crearán nuevos espacios de recreación, lo cual mejorará la seguridad de la zona. Además se atraerá la inversión inmobiliaria para la construcción de viviendas y comercios, que darán lugar al surgimiento de nuevas manzanas y, finalmente, de un nuevo barrio en pleno desarrollo e integrado con la Ciudad.
En este sentido, es ilógico pensar en un desarrollo equitativo si las diferentes zonas no están conectadas entre sí. El transporte público cada vez tendrá un papel más protagónico gracias a diferentes obras como las nuevas líneas de Metrobus, la Red de Expresos Regionales y el Centro de Transferencia de Cargas. El tránsito será más fluido y se mejorará la calidad y los tiempos de viaje de los pasajeros. Este conjunto de obras modificarán sustancialmente el paradigma vial imperante y planteará un nuevo sistema mucho más efectivo, que facilitará la interconexión entre los medios de transporte.
Como capital de nuestro país, Buenos Aires debe ser un ejemplo de desarrollo y modernidad, es por ello que debemos trabajar en pos de este objetivo. A lo largo de los próximos años crearemos nuevos ecosistemas de innovación, que funcionarán como atractores de inversión y promotores de actividades científicas, educativas, culturales, comerciales y sociales. Estos ecosistemas serán otra herramienta que emplearemos para reactivar el desarrollo de diferentes áreas de la Ciudad. El Parque de la Innovación es un claro ejemplo de esta concepción. El mismo será un campus educativo y científico donde funcionarán laboratorios, centros de investigación, universidades, institutos, residencias estudiantiles, espacios de trabajo colaborativo y salas de servicios comunes. Además se promoverán inversiones para la construcción de viviendas y comercios. Queremos ser un ejemplo en innovación, una ciudad donde la investigación y el desarrollo sean una constante, donde el esfuerzo y la dedicación den sus frutos.
Hay mucho por hacer, el trabajo será largo y arduo, pero lo más importante ya está definido: la ciudad que queremos. En los próximos años, trabajaremos por una Buenos Aires pensada para el vecino, más conectada, desarrollada, innovadora y sustentable.
http://www.buenosaires.gob.ar/desarrollourbano
Fuente: Smart Cities Latam