Decreto permite edificios altos entre calle 127 y la Primero de Mayo, de la Circunvalar a la Boyacá.
El Gobierno Distrital dio vía libre para la construcción de rascacielos en Bogotá, con diseños arquitectónicos más creativos, como se ven en São Paulo o Nueva York.
Las nuevas edificaciones prácticamente solo tendrán dos límites, en cuanto a los pisos: la casa o edificio del vecino y, en últimas, el bolsillo de los promotores de construcción y urbanizadores que quieran pagarle a la ciudad, como compensación, el valor de las cargas fijadas por las alturas con las que van a construir.
Lo anterior es efecto del decreto 562 del 12 de diciembre del 2014, que reglamentó las nuevas condiciones urbanísticas para hacer renovación urbana. Fue expedido por el alcalde Gustavo Petro y el secretario distrital de Planeación (SDP), Gerardo Ardila, pero ha pasado desapercibido por su alto contenido técnico y las fórmulas matemáticas para su aplicación.
Sin embargo, es la norma que llevará a Bogotá a tener, en los próximos 80 años, una transformación urbana y arquitectónica sin precedentes, aseguró Planeación.Lo contrario opinan expertos en urbanismo como Mario Noriega.
La zona donde se podrá hacer esta redensificación, con construcción a mayor altura, está comprendida entre la calle 127 y la avenida Primero de Mayo, y desde la avenida Circunvalar hasta la avenida Boyacá. De esta área para renovación quedaron excluidas la zona industrial de Puente Aranda y Fontibón, los bienes de interés cultural y de conservación en puntos como La Candelaria, Quinta Camacho, Teusaquillo y La Merced.
De acuerdo con la subsecretaria de Planeación Territorial de la SDP, Liliana Ospina, el citado decreto tiene como objetivo reurbanizar o redensificar (que se construya hacia arriba) las áreas deterioradas y donde viven pocos habitantes por hectárea.De esta forma, dijo, se aprovecha un espacio físico en una ciudad donde no hay suelo urbano para hacer vivienda.
“En Bogotá hay zonas con 600 habitantes por hectárea, como Patio Bonito, mientras que otras cuentan con 47, casi sin población. Son densidades muy desequilibradas y se requiere que tengan equilibrio en la densificación”, explicó Ospina.
Planeación negó que por vía del decreto se esté aplicando la renovación urbana contemplada en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) suspendido. No obstante, la redensificación cubre un territorio similar al llamado centro extendido. En la nueva norma solo cambian unas reglas de juego, las cargas urbanísticas que se deben pagar, y se liberan las alturas.
El decreto 562 reglamentó así este aspecto: “La altura de las edificaciones y los índices máximos que pueden alcanzar los predios están limitados por la aplicación de las normas de aislamientos, empates, obligaciones urbanísticas, antejardines, retrocesos, provisión de equipamiento comunal y restricciones de la Aeronáutica Civil”.
Según Ospina, si bien es cierto que se liberan las alturas, “hay límites, que dependerán de los metros cuadrados del terreno por edificar, de la forma del lote, de la altura que tenga el predio vecino, del ancho de la vía cercana (porque se exige más luminosidad para las construcciones) y de las cargas urbanísticas que deberán pagarse al Distrito”.
Ahora, edificios torres
Por el contrario, para Mario Noriega, experto en urbanismo, el decreto 562 “es un nuevo monstruo, que llevará a la ciudad a un desastre urbanístico y a que se llene la ciudad de edificios de varios pisos, tipo ponqué. Una norma similar se aplicó en Nueva York en los años 20”, dijo.
El arquitecto Didier Rincón, que ya comenzó a diseñar edificios con el nuevo decreto, lo apoya. “Antes, como la norma no permitía el aislamiento y había límites en los pisos, había que construir edificios como cajones, para aprovechar al máximo el espacio. Ahora se tendrán más posibilidades de hacer diseños más creativos y modernos”.
Un concepto similar tiene el promotor-constructor Nicolás Manrique, para quien, con el decreto 562, se estimulará la compra de predios en zonas deterioradas, como el 7 de Agosto entre calles 80 y 63, al occidente de la Caracas, y en el centro. “Habrá una renovación urbana más rápida”, afirmó.
Pero las dudas sobre el decreto son muchas. La presidenta de Camacol Bogotá Cundinamarca, Martha Moreno, dijo que “preocupa la disponibilidad de servicios públicos para los nuevos hogares en las zonas de renovación”. Tampoco resulta muy claro al gremio, cómo se generarán el espacio público, los nuevos parques, vías, parqueaderos y zonas verdes que demanda la ciudad.
Lo que permite el decreto 562
La mayoría de viviendas en la ciudad tienen 9 metros de altura (3 pisos). Si se va a construir al lado un edificio de 10 pisos o más, según varios constructores, hay que comprar varios predios vecinos para tener un terreno amplio como base para construir. Con el nuevo decreto, a partir del tercer piso se debe tomar distancia del predio vecino, de 4 metros a cada lado (aislamiento), para así hacer el resto de pisos.
Fuente: El tiempo.com