por Roxana Miguel para PropTech Latam
Cómo todo lo que intenta explicar el avance de la tecnología, la aplicación innovadora de la misma en procedimientos que hasta ahora fueron manejados, si se quiere, de una manera analógica, el blockchain inmobiliario transita una etapa donde no es muy fácil conceptualizarlo. ¿Qué es el blockchain? ¿Qué beneficios ofrece? ¿Cómo implementarlo? ¿En cualquier parte del mundo funcionaría rigurosamente igual?
Quizás la mejor forma de acercarnos a un concepto del momento actual del blockchain es en la práctica, con un ejemplo. Jorge Zanoletty Pérez, profesional inmobiliario especializado en innovación inmobiliaria y propietario del blog PropTech Lab publicó recientemente una foto de una mujer firmando un contrato por una transacción inmobiliaria, y con ello ejemplificó el concepto tan buscado.
A simple vista la foto no tiene nada de particular, salvo por el papel que está firmando que representa la primera operación realizada sobre blockchain, el 20 de febrero de este año en el estado de Vermont, Estados Unidos. La plataforma que intervino en esta transacción es Propy y tanto la foto, como estos datos aportados, son de singular importancia para responder la pregunta: ¿Cuánto falta para el estallido del blockchain a nivel mundial?
Tal y cual Zanoletty lo expuso en su publicación, la foto expone varios puntos objetables para definir un blockchain inmobiliario puro, por ponerle sólo un rótulo a lo que suponemos que va a pasar con el transcurso del tiempo. De hecho, en un artículo del año pasado, el mismo autor aduce que “Todavía quedan 10 años para la implantación del blockchain inmobiliario” al tiempo que le da un revés al planteo: “Sólo 10 años”.
En la mencionada foto se puede ver que la señora firma un papel que, a su vez, está firmado por un escribano. El papel tiene un código QR que es el que remite al historial de transacciones que tuvo la vivienda y que, en concreto, es la llave maestra del blockchain, el hecho de poder digitalizar el mercado inmobiliario con la plataforma que sea.
Sin embargo, en tiempos de blockchain ¿estaremos firmando papeles? ¿Existirá aún la figura del notario? No es mérito nuestro cuestionar cómo invade la innovación las tradiciones y oficios actuales, sino que el punto es entender cómo se implementa una propuesta tecnológica que requiere de una estructura fenomenal que modificará de ahí en más la forma de realizar estas mismas operaciones.
El hecho de que aquella mujer esté firmando un papel y no enviando una firma digital, o que el notario todavía intervenga en las negociaciones, habla de un momento de maduración, de esa introducción a los “diez años” y que posiblemente pasen rápido en cuanto se acoplen el paso a paso hacia un blockchain puro.
Si falta mucho o poco, si son más o menos de diez años, podría decirse que no es lo que más importa. Este año, la plataforma Propy ejecutó la primera operación de blockchain inmobiliario, sentando con ello un precedente histórico. Como dice Zanoletty, conviven otras tantas plataformas que prometen en el mismo lineamiento: BitFury, una aplicación que ofrece soluciones para el procesamiento de las transacciones; Veloz.RE, que opera con Bitcoins; Clicktopurchase, que asegura las transacciones en pocos clics; y Chroma Way que lleva un registro digital de transacciones inmobiliarias mediante blockchain.
Probablemente en lo inmediato el blockchain no experimente un estallido, puesto que el mercado inmobiliario está armándose de la tecnología necesaria para que esto, que hoy es una innovación, sea en un futuro no muy lejano, una modalidad más efectiva y habitual en las transacciones inmobiliarias.