El gerente general de BCI aterriza la compra del City National Bank of Florida, autorizada este lunes, después de 25 meses de espera. Adelanta el foco de negocios y explica por qué se fijaron en ese banco.
Eugenio von Chrismar lo supo el lunes. Faltaban pocos minutos para las 13 horas cuando el gerente general del BCI recibió el llamado de los abogados de la entidad en Estados Unidos informándole que después de 25 meses de análisis, la Reserva Federal (Fed) del estado de la Florida autorizaba a la institución financiera chilena a tomar el control del City National Bank (CNB), el cuarto mayor banco de Miami.
El ejecutivo respiró aliviado. Había pasado mucho tiempo desde que se anunció la millonaria operación, que prometía un gran salto en la internacionalización del banco. “Teníamos confianza en que seríamos autorizados, fue una satisfacción tremenda, que demandó un trabajo importante. Con esto, BCI se convierte en un banco internacional”, resume hoy el ejecutivo.
Un par de horas después, ese mismo lunes 21, llegó hasta su correo el documento oficial que permitirá a BCI convertirse en el mayor banco de capitales latinoamericanos en el mercado estadounidense. Los chilenos compraron CNB en mayo de 2013, luego de que el grupo financiero español Bankia lo pusiera a la venta como parte de su proceso de saneamiento, tras la crisis europea. BCI fue uno de los bancos que compitieron por ese activo y el que hizo la mejor oferta: US$ 880 millones.
Pero debido a que BCI es controlado por Empresas Juan Yarur, un holding que opera en rubros tan disímiles como la banca, seguros, retail, vinos, inmobiliario, entre otros, la Fed requirió mucha información y cambios societarios para asegurarse de que los nuevos dueños del CNB cumplieran con sus normas de supervisión consolidada. “Hubo que cambiar y simplificar la estructura del holding y eso significó un esfuerzo de los accionistas de separar las sociedades financieras de las no financieras y esto tomó un tiempo, porque implicaba hacer más simple la estructura”, explica Von Chrismar. “Y por otro lado, trabajar en conjunto con las autoridades chilenas y después de varias conversaciones que sostuvieron ellos, incluidos el Banco Central, la Superintendencia de Bancos e incluso el Ministerio de Hacienda, se logró que la Fed se quedara más tranquila con la supervisión. Y todo eso no es de un día para otro, toma tiempo, y yo quisiera agradecer el apoyo incondicional recibido de las autoridades chilenas”, añade desde su luminosa oficina, en el piso 17 de la torre corporativa de BCI en el barrio El Golf de Las Condes.
Y eso implicó cambios internos?
Sólo a nivel de holding un cambio de estructura, y no al interior del banco, donde no hubo ningún cambio. El BCI opera hace 16 años en el mercado norteamericano y ha tenido una relación muy buena con la Fed. El problema no era con el BCI, era básicamente con la estructura del holding y la supervisión consolidada de Chile.
Ya recibida la autorización, ¿viene el pago?
Primero, hay que finiquitar algunas cosas que deberían quedar listas a fin de mes y luego concretar la compra y el traspaso. A mediados de octubre, el CNB ya debería estar traspasado a BCI.
¿Mantendrán el nombre?
Sí, de todas maneras. El CNB es un banco que tiene 70 años, es un banco comunitario, local, afincado en la Florida, que como tal tiene una relación muy especial, muy estrecha con sus clientes. Por lo tanto, la marca es muy importante para nosotros. Posiblemente vamos a hacer un cambio leve, pero no más que eso, y obviamente se va a llamar “City National Bank by BCI”, como lo tenía Bankia.
¿Por qué se fijaron en este banco?
Primero, porque en el mercado de la Florida estamos hace 16 años y es un mercado que para nosotros es muy atractivo, es un mercado en el que nos sentimos como en casa, es un mercado creciente en forma exponencial, el cuarto mayor mercado de Estados Unidos, con un PIB tres veces el de Chile, con mucha gente llegando a vivir, muchas inversiones de latinoamericanos y de muy buen poder adquisitivo. El CNB contaba con una infraestructura muy buena, con un equipo gerencial de muy alto nivel.
¿El equipo se mantendrá?
Ya acordamos que se quede con nosotros, porque además BCI y CNB tienen características similares, valores, visión y misiones similares.
¿Qué negocios piensan potenciar?
Nosotros, como BCI, hemos logrado ser exitosos en el mercado chileno también compitiendo con los bancos globales. Lo que queremos lograr en el CNB es potenciar algunas áreas de negocios, como wealth managemet, capital market, productos de tesorería y pymes. Ampliaremos la base de productos y servicios y, además, vamos a poder ser un soporte importante para los clientes que están en Chile y una plataforma para nuestros demás clientes latinoamericanos. Nosotros tenemos oficinas en Perú, Colombia, Brasil y México, y esto es una plataforma que nos va a permitir hacer más negocio.
Habiendo mantenido durante 16 años una oficina en Miami, ¿por qué no crearon un banco?
Nosotros venimos estudiando ese mercado hace más de 10 años, pero por varias razones no se dieron las oportunidades
¿Se refiere al precio?
Sí, los precios eran muy altos, pero la crisis subprime generó una brecha importante para poder volver de nuevo a mirar bancos y ahí tomamos la decisión de buscar alternativas, porque era un muy buen momento y encontramos esta joya.
¿Cuánta gente se irá a Miami?
CNB será una filial, regulada por la Fed, con directores y management propios. Nosotros queremos que este banco siga operando en forma autónoma y vamos a apoyarlo con mucha fuerza. Hoy día contamos en BCI con muchos profesionales que están muy motivados con la idea de potenciar este banco. Seremos dos directores de BCI, yo y Lionel Olavarría, y queremos seguir manteniendo una base de directores locales. No podemos llevar la cultura chilena para allá ni viceversa. Tampoco queremos mandar a mucha gente. No más de tres personas en algunas áreas, como contraloría, tesorería, que es balance del banco, y podría ser planificación estratégica. Nos sentimos sumamente cómodos con el equipo gerencial del CNB, porque en estos dos años hemos estado en contacto con ellos y nos conocemos.
¿Ustedes ya han estado “dentro” del banco?
A nosotros nos autorizaron a estar como observadores a través de comités para conocer la operatoria del banco y hemos recibido información general de su comportamiento financiero, así que hemos estado cerca.
O sea, no debiera haber sorpresas…
No estamos tomando decisiones en torno a CNB, pero sí estamos informados de lo que está pasando.
¿Cómo se van a relacionar ambas entidades?
A través del gobierno corporativo, habrá relaciones de información, sobre todo en control, auditoría y riesgo.
Este banco tiene hoy 26 sucursales, ¿abrirán más?
Sí, pero en forma acotada. Nosotros pensamos que vamos a crecer fuerte en ese mercado, pero queremos hacerlo de manera ordenada, con bajos riesgos, mejorando aún más los procesos que ellos tienen, y vamos a trabajar fuerte en eso.
Entran, además, en un buen momento con la economía estadounidense creciendo…
La economía norteamericana después de la crisis ha hecho las cosas bien. El control que tienen sobre las instituciones financieras es muy grande y esto ha permitido que la economía de Estados Unidos se haya convertido de nuevo en el motor del mundo y vemos que ese motor va a seguir de la misma forma por los próximos años y la Florida se ha destacado de los demás estados porque crece más que el resto y porque hay muchas inversiones provenientes de otros países interesados en invertir en esa zona. Hay empresas de todo el mundo entrando a ese mercado que ofrece oportunidades tremendas.
Dentro de la demora de la Fed tuvo algo que ver el tema del financiamiento político? ¿Les preguntaron algo al respecto?
No, y tampoco lo sabemos, porque los reguladores estadounidenses lo que menos hacen es tener conversaciones. Ellos se relacionan con su contraparte, que en este caso es la Superintendencia de Bancos y a nosotros no nos preguntaron nada.
Fuente: La Tercera