Las principales ciudades del interior registran inversiones significativas en el desarrollo de viviendas para la clase media; aunque hay diferencias entre las distintas plazas. Las provincias que llevan la delantera son Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Neuquén. El motor del sector se asienta sobre los préstamos UVA -la Unidad de Valor Adquisitivo- y también sobre el financiamiento que los bancos otorgan a los emprendedores.
César Martínez, presidente de la Cámara Empresarial de Desarrollistas Urbanos de Córdoba (Ceduc), plantea que “todavía” la reactivación del sector es “incipiente” por lo que los precios de las unidades subirían en el mediano plazo. La gran apuesta, en todos los distritos, es al año en curso que se presenta “muy favorable” después de varios períodos en baja.
Damián Tabakman, director de la escuela de negocios EN Real Estate, afirma que la tendencia dominante es hacia productos para la clase media financiados con hipotecas en UVA, iniciativas en pozo. “Hasta ahora la oferta estuvo más focalizada en unidades usadas que había en stock en todas las ciudades; lo que se modifica es la orientación de los emprendimientos”, analiza. Iván Bergallo, coordinador general de Pecam Desarrollos -empresa con obras en San Nicolás (Buenos Aires), Santa Fe, Rosario, Granadero Baigorria (Santa Fe) y Paraná (Entre Ríos)- describe que el mercado registra una “migración” de una demanda de “inversores que en la región no superaba el 5 por ciento del total” hacia los compradores de clase media.
En ese escenario, los desarrolladores se volcaron esencialmente a monoambientes de 30 m² aproximadamente, y a unidades de un dormitorio que promediaban los 65 m². Dos segmentos del mercado que representaron más del 60 por ciento de la superficie construida, por una cuestión de valor final de la vivienda para inversión. “El segmento premium tampoco escapó de la lógica de prototipos habitacionales de pocos dormitorios y metraje no tan holgados -agrega Bergallo-, pero con precios de venta altos, permitiendo buenos márgenes de rentabilidad. El fideicomiso al costo administrado por el desarrollador, ha sido la gran estrella jurídica de los últimos 10 años”.
En las principales ciudades es escasa la cantidad de viviendas para atender la demanda del Procrear con financiación de hasta $2,3 millones con hasta $300.000 de subsidios. Hay coincidencia entre los operadores de que en la región Centro -Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos- hay un importante stock de propiedades con alguna irregularidad nominal o falta de terminación de las gestiones de regularización que impiden que sean hipotecadas.
Santiago Laugero, presidente de la mendocina Laugero Construciones, admite que -frente a esas condiciones de la oferta- los créditos UVA “movieron primero lo que estaba construido” y recién en los últimos meses “empezaron a verse” los nuevos proyectos.
En Salta, Proyecto Norte advirtió hace unos años la falta de determinados productos y empezó a generarlos tanto en la capital provincial como en los alrededores, con el foco en condominios con amenities -un concepto que fue novedoso para la región-, departamentos – se están levantando cuatro torres de 60 unidades cada una- y urbanizaciones cerradas. Desde la empresa, Jonas Beccar Varela, marca que la demanda fue variando con la aparición de los hipotecarios pero subraya que la venta en pozo es “muy escasa; todavía prácticamente nula”. En cambio, hubo una “explosión” de operaciones con unidades hipotecables. “Las viviendas de primera mano en esas condiciones en Salta son muy escasas; hay reventa, pero no alcanza como tampoco el número de unidades nuevas que se están volcando al mercado”.
Fuente La Nacion