Proyectan que el monto destinado a estos proyectos también declinará en 2016.
Esta industria se ha visto afectada por mayores restricciones y requerimientos municipales, ambientales y viales para levantar centros comerciales.
La situación económica del país, el menor dinamismo del consumo, la caída en la confianza empresarial y las mayores complicaciones y exigencias para la obtención de permisos de edificación son algunos de los factores que han impactado la actividad de los desarrolladores de centros comerciales. El volumen de inversión en este negocio se viene contrayendo desde fines de 2013.
De acuerdo con un catastro de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) -que registra cada seis meses los proyectos en estudio y ejecución cuya inversión supere los US$ 3 millones-, hace tres años que la inversión en centros comerciales registra caídas comparadas con los períodos directamente anteriores.
En diciembre de 2013, según el informe del gremio, las iniciativas en estudio y ejecución de malls en el país representaban US$ 2.185 millones. En diciembre del siguiente año, la cifra bajó a US$ 2.097,8 millones, y luego, en el último mes de 2015, la suma cayó 26%, llegando a US$ 1.549 millones.
De acuerdo con Bernardita Silva, gerenta de Estudios del gremio, esta contracción guarda directa relación con la situación económica del país.
“Creo que la baja en la categoría mall , que viene hace tres años, va de la mano de la desaceleración que se ha visto para todo tipo de inversiones en el país”, asegura la ejecutiva. Puntualiza que “en 2014 y 2015, las inversiones cayeron en el país, y para este año, el Banco Central espera un aumento de solo 0,5%”.
Rentabilidades cada vez más difíciles
El presidente de la Cámara de Centros Comerciales, Manuel Melero, coincide con la ejecutiva del gremio. No obstante, explica que hay varios elementos más en juego, que hacen que las perspectivas sean descendentes para este año.
“Hay muchos más requisitos para hacer un mall . Hay más carga tributaria y también más condiciones. Con la reforma tributaria se eliminó el impuesto territorial que se podía descontar al impuesto a la renta. Esto se suma los crecientes requerimientos por parte de las autoridades municipales, ambientales y vecinales en los permisos y mitigaciones”, afirma Melero, precisando que antes, la aprobación de un shopping center tomaba un año y hoy se ha duplicado ese tiempo.
Adicionalmente, el presidente de los desarrolladores de estos espacios comerciales sostiene que esta actividad inmobiliaria de rentas comerciales ha visto caer sus márgenes. “Hoy día calculamos que estamos bajo el 6% y con tendencia a la baja. Entonces, los proyectos empiezan a ser menos viables”, comenta. Y agrega: “Alrededor del 25% de los proyectos se desistieron y no se van a hacer”.
De acuerdo con el catastro de la CNC, del total de la inversión registrada en diciembre de 2015, el 65,3% (unos US$ 1.505 millones) corresponde a malls , y 1,9% (US$ 44 millones) corresponde a ampliaciones de los mismos. El restante 32,8% de los proyectos, equivalente a US$ 757,5 millones, se trata de tiendas por departamento, especializadas y supermercados, que no es posible diferenciar, ya que las empresas con actividad integrada dan a conocer sus programas globales sin distinción entre los distintos tipos de formatos.
La inversión en supermercados y tiendas viene cayendo desde el cierre de 2011.
A esa fecha, el monto destinado a proyectos de este tipo era de unos US$ 1.773 millones, y al término del año pasado, la cifra de inversión era inferior en más de mil millones de dólares.
A la baja
La inversión en supermercados también ha caído. De hecho, el descenso supera los US$ 1.000 millones en cuatro años.
Fuente: El Mercurio