La investigación fue llevada a cabo fue por el Centro para Análisis de Economía y Negocios (Cebr, por sus siglas en inglés), y se analizaron 50 ciudades del mundo tomando en cuenta tres parámetros distintos: las personas, el medioambiente y la economía. El primero está referido a las demandas de bienestar de los individuos (adecuada relación entre el trabajo y el tiempo libre, ofertas culturales y para el ocio, diseño pensado a escala del hombre), mientras que el segundo está enfocado en los indicadores del medioambiente: manejo de los recursos, emisiones de carbono, manejo de residuos y contaminación del aire, entre otros. La categoría de la economía está referida a las oportunidades que cada ciudad ofrece para el desarrollo y el crecimiento. Así se generó una lista por cada temática, y el entrecruzamiento de todos los datos recogidos dio como resultado el ranking final.
En esta lista encabezada por la ciudad alemana de Frankfurt, Buenos Aires aparece en el 38° lugar, mientras que la mejor ciudad latinoamericana es Santiago de Chile, en el 30° lugar. También figuran Sao Paulo, en el puesto 31, la Ciudad de México, en el 32, y Río de Janeiro, en el 40.
El ranking está dominado por las ciudades europeas, que se llevaron 7 de las primeras 10 posiciones. La primera urbe no europea es Seúl, que aparece en el 7° lugar; luego está Hong Kong, en el 8 Singapur, en el 10. Las ciudades asiáticas, por su parte, ofrecen la mayor disparidad, ya que después de las tres ubicadas en el top ten, hay que bajar hasta Tokio. en el puesto 23, para encontrar otra. Las ciudades norteamericanas tienen una alta calificación en rubo de desarrollo económico (10 entre las primeras 25), pero un bajo rendimientos en el aspecto ambiental. En este rubo también es notoria la baja performance de las ciudades de Medio Oriente (todos están ubicadas desde el puesto 39 para abajo).